viernes, 22 de enero de 2010

Por la noche

La noche cerrada la hacia acelerar el paso. El repiqueteo de sus tacones al chocar con el asfalto resonaba en el silencio de la oscuridad.
Caminaba tan rápido como si la vida se la escapara y fuera un paso por delante. De vez en cuando una mirada hacia atrás, para comprobar que no la seguía la muerte, acechante entre entre las oscuras callejuelas. Pensaba en el porque de haberse puesto tan pesada para que no la acompañara a casa.
- Ahora iríamos tranquilamente charlando, y no tendría nada que temer.
Otra mirada hacia atrás; tenia la impresión de que la seguían, pero, ¿quien no?
- No, si esto solo me puede pasar a mi. No aprenderé nunca. Pero si estaba dispuesto a venir, como he podido ponerme tan borde.
El corazón latía tan rápido como sus tacones golpeaban el suelo. En cada esquina esperaba lo peor. Cada calle nueva, era un misterio y su angustia avanzaba tan rápido como ella.
Otra mirada hacia atrás y una sombra que se oculta entre los pliegues de las casas.
- Lo sabia. Sabia que algo tenia que pasarme. Primero el, que me asalta diciendo que esta loco por mi, que es incapaz de seguir guardando tanto para si. Luego que se empeña en, por lo menos, acompañarme hasta casa, para poder recordarme en plenitud. Y ahora esto.
Caminaba mirando mas hacia atrás que hacia adelante, donde se escondía el peligro.
Unas calles mas arriba, unos desalmados reían tras la paliza propinada a un pobre diablo, por intentar negarse a darles el dinero.
- ¿Que te parece?, pues no quería quedarse con la pasta..., con el trabajo que nos cuesta ganarla, jajajaja,...
La botella pasaba entre los dos amigos cuando los alerto.
- ¿Has oído?
- ¿Que?
- no se, como si alguien se acercase corriendo...
Permanecieron un rato en silencio y...
- Si, es cierto. ¿No serán los maderos?
- ¿Que dices...?, parecen zapatos de mujer.
Escucharon durante unos segundos para poder confirmarlo.
- Es chachi, parecen zapatitos de una linda gatita, jajajaja.
- Pues nos va a salir una noche redonda, primero un pringao que nos da su guita y ahora una muñequita para divertirnos.
- Si, esta noche voy a dormir de miedo.
Las sombras se ocultan, para poder sorprender a su víctima entre los dos y que no tenga oportunidad alguna.
La muchacha se acercaba corriendo hasta el lugar donde la esperaba el peligro, sin sospecharlo, creyendo que alguien la seguía, mirando hacia a tras en todo momento, hasta que una voz le dice:
- ¿Donde vas tan corriendo, monada?
Una mirada hacia delante la descubre el rostro marcado de quien la hablaba. Rápidamente dio la vuelta para escapar del peligro, encontrándose con el compinche.
Una sonora carcajada hizo erizarse el vello.
- Mira, mira, lo que tenemos aquí. Si es una linda muñequita. Hola barbi, yo soy tu pareja de baile esta noche, quieres...
Las palabras se ahogaron en su garganta, mientras sonaba un golpe seco y su cuerpo caía inerte en el suelo, dejando al descubierto una figura, sosteniendo un palo en una de sus manos. Durante un par de segundos reino la calma. El silencio se rompió con la voz de la cuarta figura:
- Ven, ponte detrás de mi.
Mientras decía esto, sujetaba a la chica por un brazo, obligandola a moverse.
- Tu..., tu has matado a mi compadre..., ahora te voy a matar yo.
Mientras se llevaba la mano a la espalda, el palo comenzó a moverse en dirección al agresor. A mitad de recorrido pudieron darse cuenta que estaba sacando una pistola y...
¡¡¡BANG!!!
El retumbar del disparo perduro un momento en los oídos de la chica. El olor a pólvora flotaba en el aire. No había ruido alguno, solo un pitido martilleandola en los oídos, mientras echaba una mirada, comprobando como tres cuerpos inertes cubrían el asfalto de la calle, mientras la sangre se iba apoderando del suelo...
- ¿Y dices que siempre es igual?
- Si doctor, siempre la misma pesadilla. ¿Que puede significar?

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